Wednesday, May 16, 2007

capitulo the oven [i]

En una de esas tantas cosas de la vida, entre esas cosas que uno piensa a diario, se me ocurrió distribuir mi curriculum para ocupar partime[mente] mi tiempo libre. Diversos destinos tuvo este documento y semanas pasaron sin ninguna novedad por parte de los restaurantes, pubs o tiendas que fijé como objetivo laboral.

Ring Ring

Al medio día suena el teléfono de mi departamento.

Una voz suave al otro lado de la línea me invitaba a una entrevista de trabajo.

Cadena de pizzería: Telepizza.

Tres días después ya terminaba mi “entrenamiento” en Miguel Claro y me disponía a comenzar mi “vida laboral” en tiempo compartido en el local emblemático de Plaza Italia. El mismo que no cierra mientras la alocada juventud se divierte durante los fines de semana; el mismo que sufre y reza cada vez que se organiza una manifestación por los alrededores de la estación de metro Baquedano.

Y ahí estoy; ahí de hecho estaré en una hora más para dar inicio a mi día: de jeans y polera roja. Media incómoda se me hace usar esta prenda dentro del pantalón y ni que hablar de ese jockey que me ciñe el cerebro cinco horas al día.

La gente entra, compra, come y sale. Más no se imagina el proceso de elaboración que requiere una $%&& pizza personal. Hasta hace unas semanas yo tampoco me lo imaginaba; de lo más cómodo de mi hogar casi era diversión tomar el teléfono, hacer un pedido y convertirme en una exquisita compradora: sin queso, mucho tomate, con orégano… ah! y retiro en tres horas más.

Y así han transcurrido los días, para mi toda una experiencia, casi un juego, pero para otros, así como para mis compañeros este trabajo resulta ser el aporte financiero de la carrera que estudian o para sus arriendos.

[+]

0 Comments:

Post a Comment

<< Home