Tuesday, May 02, 2006

last tempation + the passion


“Estas cintas pueden ser altamente perturbadoras para algunos criterios”. Nueve palabras resumen la atmósfera que rodean a dos filmes. No son cualquier película, no tratan historias comunes como las que uno ve un sábado por la tarde. No son películas de terror o de acción...mucho menos de ciencia ficción. Ambas, con una base dramática muy fuerte tejen detalladamente la vida y muerte de Jesús. Se trata de The Last Temptation of Christ y The Pasión of The Christ.


Con mas de 15 años de diferencia del rodaje entre una y otra, ambas historias sobre el mismo personaje llevadas al celuloide han despertado en la sociedad rechazo, curiosidad, sentimientos encontrados, desconfianza, e incluso la primera de ellas en nuestro país se mantuvo en el stand de la censura por 13 años.

Martín Scorsese (director de The Last Tempatation...) y Mel Gibson (director de The Passion...) dan pie a dos enfoques cinematográficos distintos, opuestos. Ambos “Jesús de Nazareth” (en el caso de la primera, interpretado por William Dafoe y en la segunda, por James Caviezel) se escapan de la lógica de las películas que hasta el día de hoy vemos durante Semana Santa, y que de seguro veremos a partir del jueves.


Cada una con sus respectivos ritmos de acción despiertan una curiosidad tremenda sobre lo que ahí se muestra como realidad, y si bien Jesús es el eje principal en ambos trabajos, existen conceptos y situaciones que diferencian una de la otra.


El Jesús de The Passion aparece como un hombre de una fuerza brutal, sobrenatural para afrontar el castigo que él mismo ve venir. Con tranquilidad acepta la voluntad de su padre y se resigna a ser condenado por los Fenicios ante Poncio Pilato. En cambio, en The Last Temptation, Martin Scorsese se propone realzar la veta humana de Jesús. Ama, Jesús como hombre siente amor por María Magdalena, a quien claramente y sin rodeos se la ve como prostituta, pero además, duda de ser el Mesías, de ser el Salvador.


De a poco vamos notando que la trama del filme dirigido por Mel Gibson, en la historia de Scorsese, se traduce en 15 minutos de película. Para él la tortura de las estaciones por las que Jesús pasó antes de ser crucificado no adquiere mayor importancia. Para Gibson en cambio, es el fundamento de su trabajo, que por lo mismo ha sido muy criticado.


Realidad y suposición son los conceptos básico sobre los cuales fueron basadas ambas historias. Sin duda que la documentación y análisis histórico de los cuatro evangelios han hecho de The Passion un documento casi histórico. Scorsese juega con la suposición, con el “qué hubiese pasado si...”. En dos hora y cuarenta minutos nos muestra una irrealidad, que de haberse cumplido, la historia de lo que hoy aceptamos sobre la muerte y resurrección de Jesús, sería una mera ridiculez.


Scorsese nos abre los ojos a qué hubiese pasado si Jesús no se hubiese aceptado como el Salvador, si no hubiese derramado su sangre por la humanidad, por los pobres, leprosos, ricos, inocentes o pecadores. Si hubiese descendido de la cruz gracias al llamado de un ángel, si Dios le hubiese dado la posibilidad de continuar caminando por la tierra como un hombre, como un hombre más. Pues, otro gallo nos cantaría.


En la cinta de Mel Gibson, la suposición no tiene cabida. Jesús es crucificado ¡y vaya de qué manera!. Camino a su muerte fue torturado, flagelado y obligado a cargar una cruz sobre sus heridas. Y es precisamente este “pequeño detalle” el que, para no explotar la morbosidad, han omitido las repetitivas películas que la televisión programa para Semana Santa.


La crueldad con que se trató a Jesús, prácticamente hasta ahora sólo había sido insinuada. Gibson, en tanto, va a fondo (por no decir que es esa la única temática de The Passion). Críticos y espectadores hacen hincapié en este punto, “los niveles de crueldad y sangre están de más”, afirman algunos.


Ahora bien, ¿puedo un hombre flagelado (entendiendo las características de este tipo de tortura hace dos mil años), llegar al Monte donde será crucificado con sólo dos manchas de sangre que brotan desde la corona de espina que lleva sobre su cabeza?. No se puede, nadie puede creer eso.


Scorsese nos muestra a un Cristo crucificado y con unas insípidas marcas de latigazos en su esplada. Gibson no pudo graficar de mejor forma la carne desgarrándose de los costados de Cristo producto de los ganchos del látigo con el que fue azotado; uno de los tantos. Toallas empapadas de sangre sólo confirman el grado de brutalidad y ensimismamiento con que fue castigado por solados romanos.


Trátese de una película evangelizadora o no, la historia interpretada por James Caviezel no queda ajena a nadie. Las últimas doce horas fueron brutales, y las dos horas que dura The Passion, aún más. La crueldad por la crueldad hace de esta película una historia desgarrante, de la cual es posible recordarla como “sangre, heridas, y más sangre”.


Ahora entiendo por qué las señoras de la función anterior salían con los ojos irritados y con un pañuelo ultradoblado bajo las mangas de sus paletó. Ahora entiendo las críticas, por más que no las comparta, porque el nivel de crueldad de la película está bien (y es en parte lo que afirmo en los párrafos anteriores), aún así da para pensar...¿y si la tortura fue peor?


Otro punto importante, y que diferencia a los filmes en cuestión, es la presencia de María y de María Magdalena. En The Last Temptation, María Magdalena es una prostituta, el amor de Jesús (por más que éste lo dude). María, en cambio, es una mujer rechazada por su propio hijo, no tiene mayor peso. No obstante, en The Passion, es el apoyo de Jesús en todo momento, aún cuando no juega dentro de las ligas de los roles protagónicos. Su presencia anónima calma el pesar del Cristo crucificado. María Magdalena, en tanto, sólo lo mira y llora la decisión tomada por el pueblo judío.
A favor de la película de Gibson podemos afirmar la credibilidad que logra Caviezel al no ser un actor conocido, que es en cierta forma, lo que perturba un poco ver a William Dafoe (el eterno villano de las películas de acción, como en “Speed II”). La música de The Pasión mete al espectador dentro del contexto histórico; lo mismo ocurre con los diálogos en latín y hebreo.
La película de Scorsese, es lenta, un tanto complicada de digerir por todo este juego de suposiciones, las imágenes son oscuras y la música de Peter Gabriel ...no ayuda mucho.


De una u otra forma, ambos Jesús se ven enfrentado ante el diablo en el Monte de los Olivos. En The Last Temptation, Satanás aparece como una serpiente, un león y como fuego. En The Passion toma forma humana, andrógena, con rostro de mujer, pálido. Aparece también como una fiera y un destello. Judas, en la película de Scorsese aparece en todo momento como el mejor amigo de Cristo, en el filme de Gibson, en cambio, su aparición se limita a la traición y al castigo que recibe; después de arrepentirse de haber vendido a Jesús por 30 monedas de oro...muere colgado en el desierto.


Luego de realizar este meticuloso desglose queda aún más claro las principales diferencias entre ambas películas. The Last Temptation es bautizada como una película trasgresora, que puede llegara perturbar los conocimientos que hoy tenemos de la vida de Jesús y cómo fue su paso por la Tierra. The Passion of the Christ, en tanto, ha sido catalogada como antisemita y como una de las mejores herramientas evangelizadoras. Pero sin duda, que la última palabra la tiene el espectador; es él quien debe juzgar con un apertura de mente si acaso estas propuestas cinematográficas le resultan altamente perturbadoras hacia su criterio.