Thursday, August 18, 2005

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[today] listen to pornois

choclo call me last night

hol´´aa´´aaa choclo.

choclo es lindo y me confirma lo confirmado

entre rios está muy en santiago

yo estoy muy muy aquí.

the pp



“¡Una candidata a la Presidencia no puede usar terraplain, poh!”… escuché una vez exclamar a una website designer. Me quedé pensando. ¡Y si esa candidata fuese más que un mero tipo de calzado?...importaría entonces si “la Bachelete” o “la Alvear” usaran zapatos taco agujas, de cuero original o el último modelo de la temporada otoño-invierno de Gacel?

Está bien; Michelle Bachelete y Soledad Alvear bajo ninguna circunstancia estética son las “Hilton Sisters”, pero de un tiempo a esta parte han mostrado un coraje inigualable con el simple (o quizás no tan simple) hecho de presentarse como las primeras candidatas a la Presidencia de un país con base patriarcal.

Comentarios como el de la aspirante a diseñadora no es el primeo que escucho, aún más si reparamos en el punto que programas de tevé dedican un espacio de “profundo análisis” respecto a la imagen estética que las dos candidatas ofrecen. “Es media amachotada para vestirse…no saca provecho a su femineidad”, “no usa escotes, no muestra las piernas…”. Y podríamos seguir y seguir.

Dos mujeres, dos campañas comunicacionales distintas, no sé hasta que punto pueden considerárseles interesantes, tomando en cuenta que muchas veces me han obligado a cambiar la radio cuando uno de sus jingles se entromete en un especial de música británica.

Pero discutamos este punto, y reflexionemos la efectividad del esfuerzo comunicacional de la campaña de la “amachotada que usa terraplain” o de la “lady Alvear” o “del correctísimo hombre de derecha, Lavín”. Hace unos días visitó mi Universidad, Jacqueline Tichauer para tratar el tema de estrategias comunicacionales. No se si su exposición se debió a alguna estratega específica, pero mas que aclararme (o aclararnos), nos hizo reír con su tono meloso de reiki.

Pero bueno, si hay algo que sacar en claro, es que a su juicio (y dado por la vasta experiencia que tiene en materia de comunicación y política), los políticos o son cuñeros o son polémicos. A Lavín se le ha sacado en cara hasta el cansancio de su glamorosa visita a las tropas chilenas en Haití acompañado con la reina del trasnoche. En tanto, la ex Ministra de Defensa nos sorprendió encuestando casa por casa durante el pasado Censo.

La Alvear?, la Alvear mantiene un “low profile”, pero claro, eso no quita el hecho de que asista como invitada a un programa de tevé por cable. Tenemos entonces el denominador común entre los tres: uso (o abuso) de los mass media. Bien señaló la periodista Tichauer: los políticos son un producto de los medios de comunicación; pues tenemos aquí los mejores ejemplos de una manufactura fina, no por ser cuñero, tampoco por ser polémicos, sino que porque detrás de cada uno de sus actos de seguro hay una grabadora o una cámara de televisión.


Tuesday, August 16, 2005

teleclub_ag [12/06/04]


soy una chica moderna
juego msnpingpong
y hoy hablé con robert [bob] smith
y me dijo: hello. i´m robert smith

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[today] listen to duopandamix

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caserito...caseriito y yyy pase por el siguiente web

[www.fotolog.net/jazzla]

uber 400



Hablar de la objetividad informativa dentro del ejercicio profesional periodístico se hace complicado a medida que vamos percibiendo la simbiótica relación entre el informar y el poder, el poder de informar, como también, el poder de callar o de hacer silenciar.


De una u otra forma, los autores que hemos visto en clases y específicamente Eduardo Álvarez Puga, enfatizan en esta relación ambigua, cercana y difusa entre la información y el poder (de la índole que sea). Si bien la objetividad en Periodismo es un valor límite, es decir, mientras más intentamos cercarnos a ella, más se aleja, cualquier indicio de este valor se fusca a medida que los medios de comunicación se alianzan con algún tipo de poder, ya sea político, económico o religioso, relación que muchas veces desemboca en la propia autocensura informativa.


Por otro lado, la objetividad de informar nunca será tal, porque la noticia o los hechos son vistas por sujetos y cada sujeto es portador de una subjetividad. No todos vemos los mismo; si en algo estamos de acuerdo es en este punto. Por tanto, la objetividad debemos comprenderla como el mejor intento de retratar la realidad, o lo que Gabriel Galdón denominaría “Periodismo Objetivista”.


Pero ¿qué pasa cuando el ejercicio profesional o la actitud de los mass media está viciada por factores de control y poder?
Qué pasa cuando el factor económico, representado por la publicidad se convierte en una tiranía a diestra y siniestra?, o ¿qué ocurre cuando nos convertimos en instrumentos de grupos fácticos o del Gobierno de turno? ¿Estamos informando...o sólo movemos los labios como un muñeco manejado por un ventrílocuo insaciable?


En estas grandes interrogantes reparan los autores citados. Muy bien Álvarez nos ejemplifica esta serie de cuestionamientos, que a menudo se dan en los medios de comunicación internacionales (y donde Chile tampoco resulta ser una excepción).


En “Maldito mercado. Manifiesto contra el Fundamentalismo Liberal” (1996) hace un explícito desglose acerca de la manipulación de la información en pos del poder político (para lo cual cita el ejemplo que se vive en la cadena de información de medios estadounidenses), del neocolonialismo de la información y en la unidireccionalidad y control de la información desde las grandes potencia hacia los países tercermundistas (o en vías de desarrollo). Trata también acerca de la dependencia económica – informativa haciendo referencia sobre cómo la publicidad llega a ser un factor condicionante al momento de la difusión de las informaciones, y por otra parte, el autor repara en la sumisión de los medios de comunicación social ante el poder político.


Pero analicemos los puntos mencionados y relacionémoslos con los puntos vistos en clases, citando a los autores, Gabriel Galdón y los contenidos acerca de los tres grandes vicios que se presentan a raíz del Periodismo basado en un modelo mixto: las concentraciones abusivas, dictadura de la publicidad y debilidad en el control político.


El primer punto que debemos tratar es qué entendemos por “noticia”. Mientras Álvarez defiende la teoría de “que un perro muerda a un hombre no es noticia, pero que un hombre muerda a un perro si lo es”, Galdón refuta este punto señalando que los medios o el Periodismo “Objetivista” muchas veces nos entrega una visión artificial de la realidad, es decir, que los profesionales de la información, al no poder explicar lo normal, hacen noticia con lo extraordinario.


Al respecto, Álvarez enfatiza que “nadie compraría diarios, leería revistas, escucharía la radio ni contemplaría los programas de televisión si le ofrecen lo mismo que el ciudadano ve todos los días en la calle de un modo directo y espontáneo”.


Ahora, si nos enfocamos en el punto acerca del rol preponderante que juega la publicidad en todo el proceso y difusión informativa, tenemos que señalar lo que Álvarez trata en el documento analizado, y es que plantea que los antiguos periódicos solían financiarse con las ventas de sus ejemplares y no dependían de los espacios publicitarios para subsistir. Hoy, vemos que tal situación ha cambiado, por tanto, lo que el autor describe pasó a ser desde un anhelo romántico a ser una realidad donde el poder económico (representado por la publicidad y el avisaje) necesariamente construyen y reconstruyen la actividad periodística al momento de informar, cayendo en la manipulación, censura y ocultamiento de información al servicio de ella. Pero claro, eso debemos entenderlo bajo la premisa de que los mass media ya no tienen como objeto vender noticias, sino ofrecer clientes a los anunciantes.


Si este punto lo analizamos con lo visto en clases, debemos decir que el autor coincide con lo que se denomina “dictadura de la publicidad”, entendido dentro del contexto de los vicios actuales producto de la aplicación de un modelo que plantea la coexistencia de medios subvencionados por el Estado y de medios privados, donde precisamente la Publicidad resulta ser la fuente principal de extracción de recurso para la supervivencia.


Hoy, insertos en un mundo globalizado y competitivo, los medios luchan por incrementar la venta de sus productos (llámese periódicos, revistas o programas de televisión y/o radio)...”y como quienes orientan y dirigen las preferencias del mercado son los intereses económicos dominantes, los medios de comunicación están fuertemente condicionados en la misma dirección”, repara Álvarez.


Es así como el deber de informar, por un lado, y el derecho a ser informado, por otro, se ven envuelto por un efecto desinformador, y que por tales motivos, Gabriel Galdón hace referencia de ello en las críticas que formula hacia el Periodismo Objetivista.


Con respecto a los vicios propios de este tipo de Periodismo, asociados a lo que Álvarez platea, debemos decir que ambos autores (Álvarez y Galdón) coinciden con el hecho de que el periodismo presenta una visión parcial y superficial de la realidad, defecto que muchas veces se relaciona con la concentración de abusiva de medios (punto también tratado en clases). Los hechos se presentan, entonces, con extrema simpleza, pero además, a esto podemos agregarle la segunda crítica que Galedón hace al Periodismo Objetivista: la acumulación de hechos sin sentidos.


Galedón al respecto señala que los medios de comunicación social entregan información redundante y homogénea. Esto coincide con lo que Álvarez explica cuando plantea el imperialismo cultural, es decir, el flujo unidireccional de la información desde las potencias hacia los países de la periferia.


Resulta que este último punto también guarda relación con las concentraciones abusivas, pues el oligopolio informativo obliga a repetir un modelo de lo noticiable, de lo que debe ser visto, leído y escuchado. Por otro lado, la concentración del poder y de los recursos económicos, como lo señalamos con anterioridad, obviamente se verá reflejado en la producción y tratamiento periodístico.


Cuando la información pasa a estar al servicio del poder, se cae en la omisión de lo esencial. La noticia se transforma, no se entrega en forma completa, se ocultan los antecedentes, sus causas y consecuencias, lo que le quita el poder crítico. Por lo mismo, cuando existe un control detrás de este ejercicio profesional, es imposible que no se caiga en la omisión de aquella información que afecte o perjudique a dichos grupos que controlan el poder de informar y que en cierta medida se relaciona con otro de los vicios del modelo mixto visto en clases: los medio son utilizados para la promoción de los Gobiernos de turno.


Existe otro punto fundamental dentro del tema que trata Eduardo Álvarez y que refleja la actual situación de la cadena informativa alrededor del mundo. Las agencias noticiosas, las principales de origen occidental, son quienes entregan las pautas o directrices de lo que en el mundo ocurre. Independientemente de que su procedencia sesgue la visión informativa del acontecer mundial, el autor señala que la información vive bajo un modelo de colonización, haciendo hincapié en la unidireccionalidad de la información muy propio del imperialismo cultural.


Dicho de otra forma, el flujo informativo es ascendente, es decir, bajo una sola dirección todo el material periodístico que circula proviene desde las grandes potencias políticas-económicas, hacia los países en vía de desarrollo o catalogadas también como tercermundistas. Somos nosotros entonces, quienes debemos conformarnos con el control informativo. Sin ir más lejos, esto también constituye un vicio del modelo mixto, donde las concentraciones abusivas de los medios de comunicación (y consideremos a la agencias dentro de este grupo) se hace cada vez más incontrolable.


El panorama no se muestra a favor de aquel ideal romántico donde el Periodista lucha por decir la verdad. Cada vez existe un mayor número de vicios y factores censuradores, la noticia pasó a convertirse en una mercancía, y como tal, debe moverse al son de los hilos de quienes tienen el control económico que hace posible la subsistencia de los medio de comunicación, que más que medio de comunicación se han convertido en medios de portavoz.
[inspired in:]
“Maldito Mercado. Manifiesto contra el Fundamentalismo Neoliberal”
Eduardo Álvarez Puga.-1996

...

y una llamada me invita a un recital poético

qué es un recital poético?

cuenta corriente

Un día.

Un banco.

Conversaciones escucho. Miro. Re escucho. Vuelvo a mirar

...todos los escuchan a ellos... ellos hablan

Él garabatea, un carabinero hace una mueca

[y qué pensará?]

quéé´ importa.

Ellos hablan

Nosotros, escuchando, esperamos.